Reto 2015 English Books

Objetivo de Sumergidos entre libros:
8 libros

Julia Olsen es una chica de éxito, a punto de cumplir los treinta se encuentra en su mejor momento, adora a su familia, tiene el trabajo de sus sueños, un precioso piso en el mejor barrio de Washington, buenas amigas... Sin embargo tras la fachada de control que Julia Olsen muestra ante los demás, hay escondidos, en un rincón de su corazón, miedos, esperanzas y un sueño romántico que alguien alimentó con fantasías cuando aún era una niña.

Ni las responsabilidades ni el paso del tiempo le harán olvidar lo que una anciana le dijo una noche de feria cuando tenía trece años: “...nada más veros sabréis que debéis estar juntos. Haz caso a tu corazón Julia, él te guiará hacia ese hombre, que te cambiará la vida y te completará. Sólo sé que tiene una marca en la cara, algo que le hace único”.

La novela cuenta la historia de una mujer que busca un amor que la haga disfrutar y soñar. Quizás podría haberlo encontrado antes, pero las palabras que le dijo una anciana vidente cuando era pequeña la han marcado demasiado.

Julia es cariñosa, muy independiente y triunfadora. Pero, a pesar de ello, está llena de miedos y de esperanzas. Me ha gustado el personaje, quizás me ha parecido algo repetitiva y pesada con el tema de la anciana y el hombre con la marca en la cara. Aún así, es un personaje que se hace querer por su forma de ser y porque, aunque parezca perfecta, está claro que no lo es.

Will es el nuevo compañero de trabajo de Julia. Guapo, trabajador, organizado, detallista... Lo tiene todo salvo una marca en la cara. Sin embargo, James, un antiguo compañero de colegio, sí la tiene y está dispuesto a conquistarla. La pega que les veo a ambos es que son demasiado perfectos. No les he encontrado fallo alguno.

Cindy es la mejor amiga de Julia. Al igual que Nora, la hermana de la protagonista, la conocemos por lo que nos cuentan de ellas y por las apariciones que hace (que son contadas). Entiendo que no desarrolle a Nora porque tiene un libro propio (no es ninguna continuación de este), pero me ha faltado más cosas de Cindy. Si es el apoyo de Julia, me hubiera gustado que tuviera más importancia.

La novela está narrada en primera persona, desde el punto de vista de Julia, por lo que todo lo que sabremos de los demás personajes será lo que ella nos cuente de ellos. La pluma de María Jeunet es muy sencilla, fresca y ágil, lo que hace que pases las hojas de la novela casi sin darte cuenta. Además, en una historia de 266 páginas, se lee en un suspiro. Es ideal para leer en vacaciones, sobre todo en verano.

La protagonista hace varios viajes durante la novela, pero la visita a Salamanca me ha parecido algo forzada, como si la autora quisiera meter la ciudad a como diera lugar y no encontrara nada mejor para ello.

Uno de los puntos positivos del libro es que, a pesar de ser una historia romántica, no es empalagosa. Asimismo, la autora aprovecha para tocar temas como el destino, los detalles, los miedos e inseguridades y las casualidades de la vida. El mensaje que transmite te deja un buen sabor de boca.

Hay una cosa que me ha quedado en el aire, es una tontería, pero la llamada que le hace el médico a cierto personaje me dejó con la intriga. No tiene mayor importancia, pero la reacción ante esa llamada captó mi atención y luego no se supo nada más.

La resolución final no me ha terminado de gustar. La explicación del puma y todo lo demás me ha dejado un poco fría, no me ha terminado de convencer porque no me ha parecido del todo creíble, sobre todo lo del puma. Aunque tengo que reconocer que todo, absolutamente todo, está completamente hilado.

Tres jóvenes amigos, Miguel, Tom y Elizabeth, se verán de pronto transportados al país de Llort, un mundo fantástico de tintes medievales donde impera el malvado hechicero Geptalon, quien lleva demasiado tiempo con su tiranía. Solo ellos, los Salvadores, pueden derrotarlo. Ni siquiera Trac, hermano gemelo de Geptalon, pudo contra él. Cayó en el intento. Para ello deberán destruir los tres pedazos del corazón de Geptalon ocultos en diferentes objetos mágicos. El primero reside en La Esfera, un poderoso artefacto que roba el espíritu de todos los brujos y acaba poco a poco con sus vidas.

Comienza así un viaje lleno de aventuras y personajes inolvidables, plagado de peligros como los odiosos Drupts, ejercito personal de Geptalon que intentarán acabar con el Elegido.

¿Podrán lograr su objetivo entre tantos imprevistos, impedimentos, traiciones y los sueños de Geptalon que azotarán a Miguel para dejarlo sin fuerzas?

Me ofrecieron este libro de aventuras y fantasía. Su sinopsis me atrajo, por lo que acepté encantada el ejemplar en formato electrónico. Sin embargo, no he encontrado en la novela nada que me llenase.

El libro cuenta la historia de Miguel, Tom y Elizabeth, tres chicos que, de repente, son transportados a otro mundo porque tienen una responsabilidad para con el país de Llort. Ellos son los elegidos para acabar con Geptalon, un hechicero que quiere hacerse con todo el poder.

El planteamiento es muy bueno, sobre todo porque el mundo fantástico está ambientado en la edad media. Aunque tengo que reconocer que me ha recordado, en muchas ocasiones, a Harry Potter: tres protagonistas (dos chicos y una chica), un hechicero malo malísimo, uno de los chicos es el elegido y sólo él puede acabar con Geptalon, los otros dos amigos solo pueden ayudar y acompañar, algunas personas creían que por decir el nombre de Geptalon irían a por ellos, la división del corazón en varias partes.... Esto no tiene por qué ser algo negativo. Y, en cierto modo, tampoco me ha molestado, pero me hubiera gustado que se hubiera ido alejando de ese parecido para diferenciarse algo más.


Miguel es el protagonista indiscutible de la novela. Es cabezota como él solo. A veces me han dado ganas de darle un par de bofetadas y ponerle en su sito. Tan pronto estaba soltando tacos y maldiciendo como llorando (de dolor, de impotencia...). No he logrado simpatizar con él a pesar de que es al que más llegamos a conocer.

Tom me ha gustado bastante, pero también me ha desesperado. Bajo mi juicio, es el que tiene la personalidad más marcada. Aún así, el autor no le ha sacado el partido que se merece. Espero que en las próximas novelas cobre protagonismo y no se quede simplemente en el amigo algo torpe y gracioso (aspecto que me recuerda muchísimo a Ron Weasley de Harry Potter).

Elizabeth es una chica fuerte, aunque a veces indecisa. Todavía no logro entender por qué se comportó como lo hizo cuando Miguel comentó lo que le había dicho un personaje en concreto. Montó una escena a la que no le veo sentido (a no ser que el autor se guarde un as en la manga y explique la razón en los próximos libros). Me hubiera gustado que se profundizara más en ella.

Algaia es la reina de Llort, sin embargo, apenas se ha comportado como tal. La mayoría de las veces me olvidada de su rango y pensaba que era un personaje cualquiera. Su forma de hablar, de tomar decisiones y de hacer algunas cosas no cuadra con una reina a pesar de su corta edad.

En general, los personajes me han desconcertado diciendo y haciendo unas cosas y luego, más adelante, haciendo y diciendo todo lo contrario sin encontrar yo ningún fundamento para el cambio tan repentino de opinión.

La novela está escrita en tercera persona y se centra, sobre todo, en Miguel. Me hubiera gustado que Tom, Elizabeth y Algaia tuvieran más protagonismo y más voz. Eso hubiera agilizado las cosas y nos hubiera ayudado a conocer más a estos personajes. De esta manera podría haber contado algunas historias a través de recuerdos o pensamientos de ellos, en vez de usar siempre una conversación entre personajes.

Es un libro bastante introductorio. Casi la mitad de la novela transcurre de forma pausada sin que llegue a ocurrir realmente nada, por lo que se me hizo algo pesado. Por suerte, llegando a la mitad del libro, quizás un poco antes, empieza a haber algunas escenas de acción que hacen más llevadera la historia.
La pluma del autor es sencilla y bastante ágil. No obstante, no me ha terminado de convencer por varias causas. La primera de ellas era la repetición excesiva de las mismas palabras en los mismos párrafos. No hablo de las repeticiones que se hacen de forma consciente. Sé que a veces es difícil encontrar sinónimos y encajarlos en la narración, pero había frases en las que era tan fácil cambiar las palabras o simplemente suprimirlas que no entiendo cómo no se ha hecho.
La segunda es la forma de expresarse de los personajes. A grandes rasgos está bien elaborada, pero algo que no me ha casado es que unos adolescentes hablen constantemente de la "empresa en la que se han embarcado" en vez de decir, por ejemplo, aventura. No es una palabra que termine de cuadrar y menos en boca de gente tan joven como los protagonistas.

La magia está presente durante toda la novela. A pesar de ello, no he terminado de entender su funcionamiento. Me explico: en Harry Potter sabemos desde el primer momento que hay hechizos, que tienes que saber cómo decirlos y cómo mover la varita para hacerlos. En La Esfera no me ha quedado claro porqué utilizan la magia para unas cosas y para otras no.  ¿Qué límites tiene? Quizás sea una tontería, pero me lo he estado preguntando toda la novela.

Lo que sí me ha gustado es que algunos nombres no se pronuncien tal cual se escriben (hay notas explicativas en la novela). Eso sí, es bastante difícil acordarse de cómo se pronunciaban.

El final es abierto porque forma parte de una saga. Hay ciertas cosas que ocurren en la novela que se cierran en este libro, pero hay otras muchas que quedan por hacer que se desarrollarán en los siguientes.

Reto 2015 Adult Books

Objetivo de Sumergidos entre libros:
15 libros

Una cadena de terremotos ha sacudido la Tierra y regiones enteras han quedado sumergidas bajo el agua. Los humanos viven ahora hacinados en ciudades. Los únicos que poseen un espacio propio son los habitantes del lecho marino, los Abisales. También los Sobs, que viven en Municipios —grandes ciudades-naves que surcan los mares—, y se dedican al comercio y al contrabando.

Ty siempre ha sabido que el océano es un lugar peligroso. Cada vez que se aventura fuera de los límites de la granja submarina de sus padres está preparado para hacer frente a toda clase de depredadores marinos: tiburones, calamares gigantes, orcas asesinas...

Pero para lo que no está preparado es para encontrarse con un Municipio encadenado a un avión hundido, con todos sus habitantes condenados a una tumba en el fondo del mar, y a que sus padres sean secuestrados por un grupo de Sobs cuando iban a vender su cosecha de algas.

Ahora, en una lucha desesperada contra el reloj por salvar la vida de sus progenitores, y con la ayuda de su amiga Gemma, deberá enfrentarse a políticos corruptos, criminales, los salvajes Sobs y alguna de las criaturas más mortíferas del océano.

Tenía muchas ganas de sumergirme en Aguas Turbulentas porque el primer libro me dejó un buen sabor de boca a pesar de que era algo introductorio al principio. La autora nos presenta un mundo muy original donde hay gente que vive en el lecho marino.

Esta segunda entrega sucede unos tres meses después de Los Abisales. No es una continuación propiamente dicha (es, más bien, otra aventura diferente) ya que el primer libro queda todo bastante cerrado. Aún así, he disfrutado de nuevo con la historia. Los protagonistas tendrán que enfrentarse, esta vez, a los Sobs (población sobrante) cuando estos secuestran a los padres de Ty.

Ty madura mucho en esta novela. Sin el amparo de sus progenitores, todo su mundo parece venirse abajo, pero, en vez de quedarse encerrado en su casa, el protagonista hará cualquier cosa por encontrarles, incluso ayudar a unos proscritos. En esta novela, Kat Falls ha aprovechado una parte del potencial de este personaje, pero creo que podía haber dado mucho más de sí. Lo mejor de todo es que ahora que ya sabemos que tiene un Don Oscuro, la autora lo aprovecha muy bien en cada situación, algo que en el anterior quedó muy diluido.

Gemma me ha desesperado un poco en esta novela. Como el libro está contado desde el punto de vista de Ty, no sabemos qué pasa por su cabeza. Su forma de actuar me ha parecido algo infantil y aunque no me disgusta del todo, tampoco es un personaje que me apasione. La autora se guarda un as en la manga para el final, as que, a mi parecer, no ha sido explotado en condiciones (podía haber dado mucho más de sí).

En esta novela, el resto de personajes aparece más bien poco. Las apariciones de Zoe, la hermana pequeña de Ty, son puramente anecdóticas. Eso sí, Sombra y su banda volverán a aparecer en esta segunda entrega.

La relación entre los protagonistas me ha gustado mucho porque evoluciona de una forma muy tierna e inocente. No es algo que ocurra de la noche a la mañana, lo que lo hace muy real y creíble. ¿Lo mejor de todo? que el amor es algo muy secundario que no afecta a la trama ni la absorbe.

Uno de los puntos fuertes de Aguas Turbulentas es que el lector ya no necesita que le expliquen el mundo, por lo que la historia avanza con más rapidez. Tan sólo habrá unas pinceladas aquí y allá para presentarnos a los Sobs y para hablarnos de los municipios.

Al igual que en el anterior, la novela está contada desde el punto de vista de Ty, algo muy acertado ya que así le podemos conocer a fondo. Me ha faltado, de nuevo, capítulos de Gemma para poder entenderla mejor. No es un personaje que me disguste, pero tampoco es que me guste. Con capítulos suyos en ambos libros tanto la historia y la narración hubieran quedado enriquecidas al contar con dos puntos de vista muy diferentes: el de un colono y el de una terrestre.

La pluma de Kat vuelve a ser muy ágil, sencilla y, a la vez, atrayente. Es capaz de describirte un lugar sin dar muchos rodeos para luego avanzar en la trama y así no aburrir al lector. No obstante, si en Los Abisales eché de menos una historia un poco más desarrollada, aquí no me ha sucedido porque ya sabía cómo era la narrativa de la autora.

Hay tintes más oscuros y muchas alusiones políticas que le dan un aire más adulto a la novela, sin embargo, la historia sigue siendo juvenil por la edad de los protagonistas. No obstante, tanto los hechos como esa ambientación tan conseguida hacen la novela muy diferente.

En Aguas Turbulentas ya no hay dulces pececillos de colores, sino que nos encontramos el lado más salvaje y temible del océano con criaturas capaces de matarte en diez segundos. Son esas criaturas las que le confiere un soplo de aire fresco a la historia y las que hacen que no podamos soltar el libro ya que a partir de la página 220, aproximadamente, no pude parar de leer, estaba enganchadísima. Sin embargo, me hubiera gustado que se hubiera extendido un poco más con el tema de los saladitos.

El final es bastante abierto. Al igual que el anterior, cierra la trama que abre al comienzo de la novela, pero deja cosas sin atar para que sea el lector el que se imagine el resto de la historia. Se trata de una bilogía, por lo que con este libro acabamos la historia de Ty y Gema.